miércoles, 26 de marzo de 2008

Marta Rendos / Escuela de Danza

Marta Rendos / Profesora de la Escuela de Danza


«Este es un trabajo muy gratificante»

Si hablamos de Marta Rendos seguro que lo primero que se nos viene a la cabeza es la Escuela de Danza de La Bañeza, y es que esta mujer, profesora de danza y titulada en psicología, lleva diez años en nuestra ciudad enseñando a nuestras chiquitinas a dar los primeros pa-os de baile en un escenario.
Madre de un niño y una niña de 2 y 3 años respectivamente, Marta espera que su hija se anime a esto de la danza y vaya junto a sus grupos de jóvenes a actuar en Jiménez de Jamuz, Villanueva –donde actualmente reside– o a las muchas galas que a lo largo del año tienen aquí, en La Bañeza.

“La gente no sabe hasta que punto
cuesta preparar una coreografía con una niña pequeña.”

21 nov 2000

P.:–¿ Cómo empezaste con la Escuela de Danza?
R.:– Empecé primero dando clase en el colegio de las Carmelitas. Después Agapito Toral, que estaba de director de la Escuela de Música, me propuso juntarme con él para formar la Escuela de Música y Danza, y empecé así, y por medio del CEAS y del Ayuntamiento se formó la actual Escuela de Danza.
P.:– ¿En qué año fue esto?
R.:– Hace diez años o así.
P.:– Me has dicho que empezásteis juntos con la Escuela de Música, ahora la Escuela de Música es una cosa y la de danza otra.
R.:–Sí. Empezamos juntos pero hoy hay Escuela de Música, que la lleva Pachi, y la Escuela de Danza. Se empezó juntos porque en la Casa Cultural antigua, la de Juan de Mansilla, se hacía todo en un mismo local. Entonces las niñas iban a danza y a música y era como un compendio de todo, y luego los festivales los hacíamos juntos. Al final del curso se hacía un festival de música y danza, y actuaban los niños de música y las niñas de danza. Después se separó.
P.:– ¿Con cuantas alumnas empezó la Escuela de Danza y cuantos sois ahora?
R.:– Empezó con doce niñas el primer año y ahora tengo unas sesenta o setenta alumnas.
P.:– ¿De todas las edades?
R.:– Desde los tres años has-ta los 18 años. Las que actuaban conmigo son mayores, tienen 18 ó 19 años. Hay niñas de 17, de 18.Las juntamos por grupos dependiendo de la edad.
P.:– ¿Y empezaron las mayores contigo de jóvenes?
R.:– Muchas sí, muchas llevan conmigo desde que tenían 4 años, aunque otras se han incorporado más tarde.
P.:–¿ Llevas mucho tiempo dedicada a la danza?
R.:– Desde los cuatro años.
P.:– ¿Cómo empezastes?
R.:– Empecé en León. Tengo una tía que es profesora de educación física y danza. Y empecé con ballet clásico y español. Luego seguí haciendo cursos de baile y danza. He hecho gym-jazz, aerobic... todo lo relacionado con la danza, y después soy psicóloga.
P.:– ¿Psicóloga? Qué curioso. ¿Y psicoanalizas a la gente?
R.:– No, (se rie), que va. La gente está muy confundida con eso. No, pero sí que ayuda a la hora de tratar con las niñas.
P.:– ¿Y cómo vienes de León a La Bañeza?
R.:– Mis padres vienen a vivir a La Bañeza y nos afincamos aquí, después ya me casé y nos quedamos aquí.
P.:– Las madres, después de ver en las actuaciones a sus hijas, me imagino que estarán encantadas.
R.:– Sí. Las niñas deben ir contentas. Hay una cierta actividad y una cierta disciplina, las niñas van allí a bailar y a moverse, y mientras las niñas estén contentas las madres también.
P.:– Una niña con tres años poco podrá hacer.
R.:– Bueno, Es una iniciación. Empiezan a tomar contacto con la música, afinan el oído... estilizan la figura, y hay problemas que se corrigen como la espalda.
P.:– ¿Qué horario lleváis?
R.:– Horario escolar, comenzamos en octubre y hasta junio, y tomamos vacaciones como en la escuela.
P.:– Y pueden entrar todas las niñas que quieran.
R.:– Bueno, niñas y niños, lo que pasa es que niños no se animan mucho. A veces se anima alguno, pero los niños luego van para kárate.
P.:– Me has dicho que con tres años se empieza con lo básico, pero luego me imagino que irá habiendo una evolución. ¿Cuanto tiempo dedicáis a ensayar?
R.:– En épocas de festivales o ensayos (colaboramos en la campaña contra el hambre, este año colaboramos también en el festival pro Mozambique), cuando es tiempo de actuación hay más tiempo de ensayos, dedicamos muchas más horas, pero después, durante el curso, normalmente son dos horas a la semana para cada grupo de niñas.
P.:– ¿Lo mismo para las más pequeñas que para las más mayores?
R.:– Lo mismo, salvo que cuando hay actuación. Dependiendo el grupo que lleve entonces se ensayan más horas. Y es que hay montajes, hay coreografías...
P.:– ¿Cuanto tiempo puede llevar preparar una coreografía?
R.:– Depende, con las niñas pequeñas muchísimo, muchísimo tiempo. La gente no sabe hasta que punto cuesta, porque las niñas pequeñas ya no es que se equivoquen, es que tampoco puedes pedirlas mucho. Durante los ensayos se aburren, se les abre la boca. Ellas quieren moverse, quieren actividad y quieren dinamismo, y una cosa que tienes que estar diariamente ahí, que tienes que estar mucho tiempo aprendiendo un paso, pues a las niñas pequeñas les lleva mucho más tiempo y para que no se aburran tienes que dosificarlas «ahora ensayamos un poco, ahora bailamos lo que queráis». Con las mayores es menos tiempo el que invierto en preparar una coreografía, pero es más intenso. Puede llevar una se-mana montar una coreografía, una semana una hora cada día. Son ensayos intensivos.
P.:–¿ Cómo os repartís las actuaciones? porque no actuáis siempre todos los grupos.
R.:– No, y es que me suelen llamar con poco tiempo de actuación y siempre recurro a las mayores que son las que me sacan del apuro y las que quedan bien y con las que más rápido puedo montar algo. Después a las chiquitinas las llevo cuando me dejan mucho más margen de tiempo para montar la actuación.
P.:–¿ Estáis ensayando continuamente nuevas coreografías?
R.:– Sí, todos los años cambio las coreografías. Todos los años son coreografías nuevas, con las músicas más actuales.
P.:–¿Y no tenéis coreografías «de archivo», que podáis utilizar varias veces?
R.:– Hay veces que sí. Un tema que ha gustado mucho, que es muy sencillín para un grupo, porque no todos los grupos tienen la misma facilidad para aprender pasos. Yo lo que está claro que a un festival saco a todas las niñas, aunque una niña lo haga mal, y cuando es un grupo un poco difícil hago una coreografía fácil y a veces recurro a «archivo», saco un baile que ya tengo preparado y solamente tengo que trabajar con ellas y no pensar en los pasos.
P.:– Me imagino que con las pequeñinas eso será muy socorrido.
R.:– Sí. Las pequeñinas son muy saladas (añade recordándolas).Hay veces que tengo que parar las clases porque te mondas de risa con ellas. Hay niñas de 3, 4 y 5 años, pero desde esa edad algunas ya ves que pueden valer.
P.:– Y ¿qué opciones tienen para seguir en este mundo como profesionales?
R.:– Esto que se dá aquí es iniciación. Después cuando una niña ves que tiene salida yo hablo con los padres y les digo que la saquen de aquí, que la lleven a Madrid o Valladolid. Algunas de las niñas son muy buenas y valen para gimnasia rítmica y también se lo digo a las madres. Si ves que tienen mucha elasticidad y mucha potencia es una pena que no aprovechen lo que tienen.
P.:– ¿Tienes alguna niña que esté ya estudiando ballet?
R.:– Sí, hay una chica que está estudiando ballet clásico, pero es muy difícil llegar ahí porque el ballet clásico es muy selectivo y sacrificado. Tienes que hacer muchísimas horas de entrenamiento y o te gusta mucho, porque a veces sacrificas una carrera o unos estudios para ello. Lo importan
te es que te tiene que gustar.
P.:– ¿Depende la edad para entrar?
R.:– No tiene porqué, pero entrando más jóven tienes más facilidad para coger pasos, más elasticidad...
P.:– A parte de la Escuela de Danza ¿Hacéis alguna otra actividad juntas?
R.:– Sí. Tenemos un grupo de carnaval que se fundó hace seis o siete años y hacemos una carroza juntos. Al estar ahí de continuo se van creando unos lazos.
P.:– O sea, que no paráis.
R.:– Siempre estamos liados con algo, si no es el festival pro-Mozambique es Manos Unidas. Pero es una actividad muy gratificante.
P.:–¿ Y cómo se animan las niñas a apuntarse a una Escuela de Danza? Supongo que será cosa de los padres.
R.:– Bueno, sí y no. A veces sí, pero a veces entre ellas mismas se corre la voz.
P.:– Háblame de los grupos que tenéis.
R.:– Tenemos cuatro grupos. El primero para niñas de 3 a 5 años, luego en el segundo grupo están las de 6, 7 y 8 años. Tenemos un tercer grupo con las de 9 a 11 años y el cuarto grupo es a partir de 12 años.
P.:– ¿Qué tiene la danza de especial?
R.:– Las relaciones que ha-ces con los demás. El grupín de 3,4,5 años no se conocían de nada y ahora van juntas a todas partes, son amigas, la danza une mucho. Además una persona con la danza aprende a andar, a moverse, se estiliza.

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