sábado, 24 de enero de 2015

Lleno total para ver la primera semifinal del IV Concurso de Monólogos



EMILIO GARCIA.- LA BAÑEZA / Con quince minutos de retraso comenzó la cuarta gala de monólogos carnavaleros que cosechó un lleno total en el Teatro Municipal de La Bañeza. Menos calidad que en anteriores ediciones, con dos claros clasificados, y una muy manida apertura del maestro de ceremonias Ramón Guamá, al que le sobraron todos los minutos de su primera intervención metiéndose con los de Astorga, recordando a Nazario y elogiando el bonito escenario que nos había preparado Garci –un telón negro con luces y una pantalla sobre la que proyectaban al que actuaba–. Luego la gala comenzó a mejorar para llegar a un apoteósico final con Juan Muñóz que nos interpretó a cuatro de sus conocido personajes, eso sí, teniendo que llamar la atención en tres ocasiones por lamentables fallos del técnico de sonido al meter la música o tarde, o mal, equivocada o baja. Eso, junto con la falta de un micrófono como el de Guamá para los monologuistas que se muevan mucho por el escenario, como Pablo BH, al que no se le oyó nada cuando hacía gestos ¿no tenemos ni para un micrófono en cuatro años? y los putos focos que joden la vista del público, fue lo que más deslució una gala a la que le faltó ritmo o ensayo.

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