sábado, 31 de enero de 2015

Emotivo homenaje a Amparo Baró

Emilio García / Desde el teatro Municipal.- Este sábado ‘el club de la comedia’ bañezano, lo bordó. Tras los palos que les dimos en este periódico –críticas de la pasada semana–, Garci corrigió el tema de los focos blancos que deslumbran al público, apagándolos (bueno, menos cuando Gianky Mathias pidió con aplausos la complicidad del público). Eso sí, Guamá empezó la presentación parodiando nuestra crítica de la pasada semana: «Hoy no va a haber ‘putos focos’» explicó saliendo en penumbras, tenuamente alumbrado con una linterna, en un escenario renovado, lleno, decorado, más trabajado tanto con el tema de iluminación, como con el de proyecciones. Y es que si el año pasado (o el anterior) la prensa digital ‘les crujió’ tal como dijo aquel año Ramón –a raíz de lo cual se nos mencionó a todos los medios tanto locales como provinciales a los que al parecer se había ignorado u obviado hasta entonces, algo que agradecemos–, este 2015 fue «La Bañeza Hoy» el que les dio la de cal y las de arena, haciéndonos un guiño Guamá de que había leído nuestro periódico, con un chiste inteligente alterando el nombre de nuestro semanario «Hoy en La Bañeza, bueno, alterando el órden» (por en «La Bañeza Hoy») que alguno del público tardó en ‘pillar’. Risas en el auditorio, promesa –incumplida– de no volver a mencionar a Nazario, pero todo siguiendo la broma y en un buen ambiente. 
Dos nuevas alusiones a «La Bañeza Hoy», que nos sentimos emocionados, –no pretendíamos ser los protagonistas de la noche; con –«tenemos micrófonos, Garcí?»– (porque la pasada semana criticamos que Pablo BH no disponía de un inalámbrico ‘de teleoperadora’ y no le pudimos escuchar cuando se puso a rezar y gestualizar de rodillas–. «La pasada semana trajimos a dos monologuistas buenos y a dos malos. Esta semana vamos a traer a los cuatro malos» bromeó Ramón poniendo su broche de oro aludiendo todo lo que les criticamos en nuestro pasado número de este periódico. Y la verdad, este sábado no hubo dos monologuistas buenos y dos malos. Lo supo Guamá, lo supo todo el jurado –que se enfrentó a una dura decisión– y lo supo el público: cualquiera de los cuatro podía haber pasado a la final. Y si yo hubiese sido jurado este sábado lo habría tenido verdaderamente difícil. El pasado sábado con todo el mundo con el que hablé la elección estaba bastante clara: empezamos con bajo nivel, fuímos subiendo, y pasaron a la final los dos últimos, que ganaron, porque claramente eran los mejores. Si yo hubiese tenido que juzgar este sábado no habría sabido decidirme entre los cuatro. Cuatro monologuistas de alta calidad que no sólo contaron chistes –o situaciones cómicas– sino que actuaron de verdad. De hecho nos quedamos con dudas sobre si Archie Bezos era o no gay, nos partimos con el leonés Gianky Mathias, con las historias de la valenciana Patricia Espejo, o las historias de paternidad del vasco ‘de Gernika’ (de donde el cuadro) Gotzon Arrien. Al final ganaron estos dos últimos, pero podían haber ganado los cuatro.

Mientras el jurado deliberaba conocimos a Coria Castillo, artista invitada que fue todo un descubrimiento, pero no quisiera terminar la crónica de esta semana sin elogiar lo rápido de reflejos que estuvo Garci, [que por cierto creó una velada muy animada y rockera –esta vez no falto ritmo ni ensayo, fue más fluída–] dedicando los primeros minutos a la recientemente fallecida actriz «7 vidas» en telecinco, o monologuista del club de la comedia, Amparo Baró. Aplausos emocionados y sinceros. Cuando la velada es redonda no se me caen los anillos en reconocerlo y, esta vez sí, fue una gran velada. Se puso el nivel muy alto, aunque quien sabe si Garci será capaz de autosuperarse: se lo puso muy difícil, aunque este chico sorprende gratamente.

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