miércoles, 28 de agosto de 2013

'El Templete teatro' / La Casa de Bernarda Alba


El Templete Teatro, como en ocasiones anteriores ha querido llegar de puntillas, sin alborotos, sin necesidad de bombos y platillos; había que contar al público aquello en lo que habían creído. El trabajo de todos y cada uno de los artífices de la maquinaria “Templetera” ha engranado, ya no había duda, eso que se nos antoja sencillo e inclusive improvisado, estaba perfectamente encajado en su sitio de la mano del director  Javier G. Beaumont.
La apuesta fue arriesgada al jugar en el entorno literario de Federico García Lorca. La genial obra de La Casa de Bernarda Alba, a veces tan oscura y manoseada, se situó en el punto de mira de Javier. La lectura profunda de la obra de Lorca, generó la necesidad de poner en escena una nueva propuesta, cargada de frescura, sin dejar de lado la esencia tórrida, arenosa y el olor a alcanfor que el autor relató.
El día 14 y 15 de agosto eran los días señalados para mezclase con el público, para acercarse un poquito más al corazón de los cientos de incondicionales, para vivir el resultado de meses de ensayos, días de nervios, horas con sabor salado. Y pasó, el Teatro Municipal de La Bañeza estaba lleno, no había sitio para nadie, porque nadie se quiso perder una puesta en escena brillante. El telón dejo paso a la luz, a la armonía y al sentido más responsable; el escenario ya deslumbraba con el encanto de un proyecto tan luminoso; las actrices van apareciendo, yendo y viniendo, danzando de la mano de la Diosa Ceres; la música, el silencio y las lágrimas de verdad se vistieron de palabras para vivir en un momento mágico y único.
Todo aquello tocaba a su fin, quedaba la calificación y la crítica, la respuesta de los cientos de espectadores, y ocurrió, una explosión de vítores y aplausos lleno el aire cargado de nervios. Ya se mezclaban las lágrimas y las risas, los abrazos y las flores, todo fue maravilloso… seguro que el de Fuente Vaqueros también habría llorado conmigo.
Una vez más el Teatro Municipal de La Bañeza albergó el resultado del trabajo bien hecho. El esfuerzo y el empeño que pone en cada trabajo la “Familia Templetera” son dignos de elogio. El sentido de responsabilidad, humildad y dignidad, es la bandera de todos y cada uno de sus miembros, y eso se contagia aunque estés vacunado.
Ya empiezo a estar nervioso; ya se me está haciendo larga la espera para el estreno de la nueva obra. Quizá mañana vea un nuevo cartel anunciando una buena nueva, aquella que nos acerque a nuestras vidas los genios magos de El Templete.

Agosto de 2013,   by Aqua

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