Finaliza la exposición de la Coral del Milenario

J.C.C. El próximo martes día 31 de agosto, será el último día que estará la Exposición que ha organizado la Coral del Milenario en la capilla de Jesús Nazareno, con motivo de sus veinticinco años de existencia. Una exposición profundamente interesante, pues allí se puede ver casi toda la historia de la coral, con fotografías muy ilustrativas de sus viajes a casi toda la geografía nacional y parte de Portugal, así como las salidas de alguno de sus miembros a Europa y América. La infinidad de regalos que ha recibido en sus visitas a otras tierras y otras gentes. Los títulos concedidos por otras corales a la nuestra, como el de la Federación Vizcaina de Corales, que la nombró socio de honor de la misma, hace años, en Durango. Hay regalos muy curiosos y muy importantes expuestos en dicha capilla y por ellos se puede ver la importancia de la Coral del Milenario de San Salvador, que fundaron entre el párroco actual del templo milenario, Arturo Cabo, el Cronista Oficial de la ciudad, Conrado Blanco, que fue el que le puso el nombre, Mario Núñez, que lanzó la idea a través de El Adelanto y Don Rogelio García, que fue su primer director. Es una coral que ha cantado la misa del peregrino en la catedral de Santiago de Compostela además de dar un concierto en la Plaza Toral de dicha ciudad gallega, así como cantar la misa desde la iglesia de El Salvador para la televisión española, en la misa dominical de la segunda cadena. También cantó la misa en la catedral de la Almudena de Madrid, en el homenaje que la capital de España rindió al bañezano, fundador de la Real Academia, Don Juan de Ferreras y en el acto del centenario de nuestra ciudad, cuando visitó La Bañeza, la infanta Cristina de Borbón e inauguró el centro cultural, que lleva su nombre, en la Plaza Obispo Alcolea.

Nadie daba un duro por ella cuando se fundó y una gran mayoría de habitantes estaban deseando que desapareciera, pues en cuanto uno de los integrantes dejaba la misma ya decían que se iba a deshacer, pero han pasado veinticinco años y, la coral, no solo no ha desaparecido, sino que está más viva y canta mejor que nunca, además de rejuvenecerse sus miembros, pues ahora hay más gente joven que antes. Animamos a todos a que vean esta magnífica exposición antes de su cierre, pues es historia importante de la ciudad que nos vio nacer. Yo por mi parte, lo único que quiero con esta pequeña crónica es animarles a que sigan cantando por esos mundos de Dios, llevando el nombre de nuestra Bañeza a todas las partes, con ese saber y esa alegría que les caracteriza. Animo  y a seguir dando el do de pecho.