Emilio García Ranz/ desde el Teatro Municipal.-No hubo dudas. Unanimidad del jurado tanto popular (grupos de Carnaval) como profesional a la hora de elegir quien íba a ser el ganador de esta noche: el zamorano regente de un bar de Villalpando, Juan Sinde se alzó claramente con la gran estatuílla y los 800 euros del primer premio. Yo también lo tuve claro. La tercera actuación (la de él) fue la que me hizo llorar de risa contando historias de sí mismo. Arranz, con su humor negro (simuló traerse a su abuelo muerto incinerado en una urna) quedó segundo (400 euros y dos actuaciones: el primero tres), y tercer puesto (200 € y una actuación en el circuito La Risa va por barrios) para el ganador de la segunda semifinal Sergio González 'Suko', que con un monólogo sobre la televisión estuvo, para mí, mucho más flojo que en su anterior actuación.
El sábado también actuaron el bonaerense Simonetti, que habló de viajes, y Fran Conesa, de moda.
Tirón de orejas para la organización al hacer salir al jurado popular cuando había empezado actuar Bermúdez, que nos habló de médicos y de la esposa (es una falta de respeto para el artista invitado que una persona del público salga de la sala en medio de su actuación). Ahí estuvo muy agudo Ramón Guamá, que dió tiempo a que saliese el jurado principal de los palcos antes de presentar al gran artistazo.
Por cierto, teatro lleno, entradas agotadas.
De Ramón Guamá he de destacar la gran profesionalidad como humorista y presentador. Este sábado nos abrió la gala aludiendo al lleno total que registraba el Teatro Municipal «hay gente hasta en la lámpara». «Esos se han traído las sillas de casa». El dúo metiéndose con mi primo Garci también estuvo muy bien hilvanado.
También sacó la risa metiéndose con el público «¿usted viene disfrazado o es así? Ahhhh, usted viene de serie» o «Estáis muy mal, tenéis que haceoslo mirar». Y no se olvidó de destacar que el tema de los monólogos fue creado por el «arduo trabajo» del grupo 'Los Tranquilos' años atrás en bares de la ciudad, hasta que el año pasado llegó al teatro. Ramón sacó su cámara e inmortalizó al público.
Lo único que no me gustó de esta gala que el público estaba más exaltado y parece que quería protagonismo chillándole al presentador, interviniendo en la gala, y tirando cosas al escenario.
De Garci sólo diré que logró que el Municipal de La Bañeza pareciese un plató de televisión con un gran trabajo de luz y sonido profesional, cual «Club de la Comedia»
Bermúdez demostró ser un gran profesional dando a las presentaciones lo que le faltaba, y que critiqué en pasadas semanas y que esta vez se corrigió: agilidad en la salida y entrada de artistas con algo tan sencillo como genial como gritar «Ramón Guamá» que puede ser respondido por el presentador que entra despidiendo al artista saliente con «Bermúdez». Aplausos del público y autochistes –se metieron con las ojeras de Guamá, compararon a la concejal y a Virginia con las hijas góticas de Zapatero (todo de 'buen rollito', como dice Ramón). Guamá casi compromete a Palazuelo al hacerle improvisar un discurso no previsto, pero tenemos un Alcalde que sabe salir de todas, subió al escenario a entregar los premios, elogiando el trabajo de todos los que han hecho posible esta gala que cada año va creciendo en calidad a pasos agigantados. Lo pasamos todos estupendo, y es más, otra vez lloré de risa, esta vez oyendo al protagonista indiscutible de la noche que se llevó los dos premios: premio del jurado popular y el primer premio.
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